Los tres aspectos son relevantes a la hora de considerar las contrataciones -en particular de alimentos para el medio escolar- como herramientas de intervención y desarrollo local. En el caso de los productores locales y nacionales la gama de beneficios potenciales del uso de datos abiertos incluye una mayor posibilidad de acceder a información relevante, cumplimentar los requisitos técnico legales y las redes de contacto que se pueden establecer entre productores, agentes institucionales y sociedad civil. Sin embargo, mas alla de la posibilidad brindada por las normas, la concreción de esta depende de los esfuerzos en dialogo constructivo y ejecución coordinada de agendas publicas que promuevan espacios de interacción y desarrollo local, regional y nacional; dando lugar a pequeños productores locales, fomentando su organización y facilitando asi el autoabastecimiento de las municipalidades en la medida de lo posible. Esto no solo cursa por las bondades en materia financiera, sino por la posibilidad de incidir en el acervo cultural y nutricional desde instancias institucionales -principalmente las escuelas- de forma consensuada, informada y progresiva, hacia el mejor aprovechamiento de las riquezas agroalimentarias de nuestros diversos contextos. Si se coordinan la información, la capacidad de adquisición institucional y el medio escolar, lo anterior es viable en un mediano plazo.