Tomando en cuenta los elementos que contempla un proceso de contratación abierta en comparación con las fases/etapas de un proceso boliviano de Licitación Pública, creo que la aplicación de criterios de contrataciones abiertas es posible en el corto plazo ya que las actividades a desarrollar en cada etapa no difieren mucho y es posible adecuar nuestros procesos a las etapas del estándar. Considero que el manejo de los datos abiertos es factible en la medida que el aparato público decida dar este salto.
Lo que creo que no sería posible en el corto plazo es el funcionamiento mismo de las contrataciones abiertas como tal debido a las limitaciones políticas, sociales y culturales que Bolivia tiene en el sector público, donde no se ve como una prioridad la transparencia de los procesos.
Una de las principales dificultades sería el cambio de chip de funcionarios públicos y autoridades para encarar procesos transparentes, así como el involucramiento de los actores (proveedores) y la sociedad civil para trabajar por un bien común.
Para promover esta participación ciudadana se tendría que iniciar por la socialización de todos los beneficios de transparentar las comprar públicas y los impactos positivos que esto puede generar en cuanto a la ampliación de la cobertura, las oportunidades e inclusión de los actores directos y la población en general.